Para llegar hasta el punto de partida de la ruta cogemos en A Fonsagrada la carretera LU-701, y a unos 4 km observamos a la izquierda un desvío indicado para Queixoiro.
Sólo tendremos que continuar por esa carretera hasta el aparcamiento, situado a 200 m. del propio pueblo.
La huella del agua en la naturaleza...
En este punto comenzaremos nuestra andadura, que nos conducirá a través de un bosque de pinos hasta llegar al arroyo de Tronceda, que será bordeado a través de una pequeño puente para adentrarnos, de este modo, en un pequeño soto de castaños en el que podremos apreciar corripas.
Siguiendo el curso del río es posible apreciar su unión al arroyo de Queixoiro. Prosiguiendo la caminata, vislumbramos la primera de las hermosas cascadas. Siguiendo el discurrir de estas aguas al amparo de un bosque de galería, nos detenemos a contemplar la caída de la segunda de las cascadas. Finalmente proseguiremos el camino de vuelta al punto de inicio.
Disfruta de su rico patrimonio...
Son las corripas un emblema patrimonial de la ruta, tratándose de construcciones empleadas para el almacenamiento de las castañas al largo del año.
Las cascadas, inscritas en el catálogo gallego de humedales protegidos, confieren un claro atractivo por cobijar la esencia de esta comarca, donde el agua es una de las características definitorias de su entidad.
También cuenta con la existencia de dos castros coronando la segunda de las cascadas, las cales, además, se encuentran catalogados en el GA, aunque para visitarlos es necesario desviarse de la ruta.
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